HABLACADHABLA

HablacadhablaCADHABLAcadhablaCADHABLAcadhablaCADHABLA HablacadhablaCADHABLAcadhablaCADHABLAcadhablaCADHABLA

domingo, 14 de julio de 2019

Madrid y yo

En mi vida ha habido dos momentos de inflexión.  Madrid ha estado presente en los dos ayudándome a pasar el trance, a aclarar mis ideas, a abstraerme de la realidad y instalarme en mi yo más profundo y auténtico.

Junto a Madrid, lógicamente, personas. Que sin ser mis amigos inseparables, me han acogido y ayudado, y me han hecho sentir estimado, cuidado y mimado.

Este martes volví a Madrid. Mi situación actual es compleja, enredada, incierta... Caminar por sus calles, admirar su belleza, descubrir sus rincones han calmado mi ansiedad. Madrid, una vez más, se ha mostrado benévola conmigo me ha ofrecido la oportunidad de trabajar allí. Un trabajo digno, en la línea del que realizaba antes de mi accidente. Madrid me ha hecho sentir considerado, acogido y reconocido. Parece ser que finalmente no será posible aceptarlo. El dinero es cruel, hasta el punto de que te salga caro trabajar para conseguirlo. Es una decepción para mi desde el punto de vista profesional, pero también una tranquilidad desde el familiar. El económico tendrá que esperar.

He sacado fotos para mi hijo, del estadio de futbol, para mis padres, la Gran Vía, para la peque, la casa del ratón Pérez... He disfrutado de sus largas calles, imponentes como Paseo de de la Castellana, Señoriales como Serrano, cosmopolitas como la Gran Vía, históricas como la Calle de Alcalá, barrios castizos como Malasaña... No he tenido tiempo de visitar mis museos favoritos (qué lástima hubiera trabajado frente al Reina Sofía)...

Mi relación de amistad franca, de acogido con  Madrid continúa. Más allá de política, más allá de prejuicios, más allá de complejos provincianos.


No hay comentarios: