¿Seran ellos, o seré yo?
No nos engañemos, cuando surge esta pregunta es porque un cúmulo de situaciones que nos disgustan se van depositando en nuestra mochila hasta que uno se pregunta quién es el responsable de esta sobrecarga.
La circunstancialidad puede ser muy variada: trabajo, familia, amigos, política, sociedad... Y a veces, todo junto y bien mezclado.
Visto desde fuera, la respuesta es bien sencilla. Visto desde dentro la sensación de amargura envenena cualquier nueva circunstancia impregnándola de su mal hasta convertirla en una nueva carga para nuestras espaldas.
La paranoia se instala en nuestra azotea y uno no hace más que ver a su alrededor seres que tienen como objetivo fastidiarnos y hacernos la vida imposible.
Perdemos la noción de que lo que nos ocurre es filtrado por "como nos lo tomamos" y por tanto depende de como nosotros mismos lo asimilamos.
Total, que vaya semanita que llevo... (¿o empezó ya hace unos días?)
Total, que vaya ejercicio de reflexión y de tolerancia que debo hacer...
Primero conmigo mismo...
Y seguramente después con los demás no harà falta...
Debo leerme esta entrada cada vez que tenga un mal rollo de este calibre...
Es tan claro!!!
No hay comentarios:
Publicar un comentario